Esta vez sí, Juande vino, y su Vitara también… 
Hace unos 3 años habíamos fallado en el intento de llegar al Pico del Tajo de los Machos. Lo habíamos intentado desde el área recreativa de Puente Palo, cerca del pueblo alpujarreño de Cañar, pero era demasiado largo. La tarde y el cansancio se nos echaron encima….
En esta ocasión habíamos decidido salir desde otro punto: El Refugio Forestal de Piuca, al que se accede en coche desde Soportujar, por un entramado de caminos de tierra imposible de descifrar… Con la ayuda de un lugareño empezamos a subir por un camino tan infernal que el Vitara pilló el calentón del siglo y empezó a echar agua hirviendo a borbotones…..¿qué hacemos?.... No había otra, sino parar, esperar y rezar. Los sabios consejos de Juande y Antonio (yo no suelo aportar nada en estas situaciones….), pusieron de nuevo el Vitara en marcha y a baja temperatura. Raudos y muy poco
veloces pues no nos fiábamos del coche, nos fuimos topando con pinos caídos y neveros gigantes por las intensas nevadas del invierno. Conseguimos sortear con el superVitara hasta 3 neveros, pero el cuarto pudo con nosotros. Era imposible llegar a Piuca en coche. Parecíamos perseguidos por los lamas del Centro Budista Osel Ling que, al parecer, no querían que merodeáramos por su tierras de meditación…Al final no hubo más remedio que tomar el coche de “San Fernando”, con el cual llegamos al bonito refugio este de Piuca (223
0 m), con unas bellas vistas del Mulhacen (véase foto) y toda la cara sur de Sierra Nevada y el valle del Poqueria… Qué verde era mi valle ¡¡¡
Hace unos 3 años habíamos fallado en el intento de llegar al Pico del Tajo de los Machos. Lo habíamos intentado desde el área recreativa de Puente Palo, cerca del pueblo alpujarreño de Cañar, pero era demasiado largo. La tarde y el cansancio se nos echaron encima….
En esta ocasión habíamos decidido salir desde otro punto: El Refugio Forestal de Piuca, al que se accede en coche desde Soportujar, por un entramado de caminos de tierra imposible de descifrar… Con la ayuda de un lugareño empezamos a subir por un camino tan infernal que el Vitara pilló el calentón del siglo y empezó a echar agua hirviendo a borbotones…..¿qué hacemos?.... No había otra, sino parar, esperar y rezar. Los sabios consejos de Juande y Antonio (yo no suelo aportar nada en estas situaciones….), pusieron de nuevo el Vitara en marcha y a baja temperatura. Raudos y muy poco
veloces pues no nos fiábamos del coche, nos fuimos topando con pinos caídos y neveros gigantes por las intensas nevadas del invierno. Conseguimos sortear con el superVitara hasta 3 neveros, pero el cuarto pudo con nosotros. Era imposible llegar a Piuca en coche. Parecíamos perseguidos por los lamas del Centro Budista Osel Ling que, al parecer, no querían que merodeáramos por su tierras de meditación…Al final no hubo más remedio que tomar el coche de “San Fernando”, con el cual llegamos al bonito refugio este de Piuca (223
0 m), con unas bellas vistas del Mulhacen (véase foto) y toda la cara sur de Sierra Nevada y el valle del Poqueria… Qué verde era mi valle ¡¡¡Sube que te sube y con unas vistas y un tiempo fantástico (véanse las fotos de la subida) llegamos hasta el Pico de las Alegas (2703 m) y desde allí, por la Loma Casilla de los Morros, hasta nuestro objetivo, el Pico del Tajo de los Machos (3085 m) (véase la foto en la cumbre). Estamos en Mayo, pero no en un Mayo cualquiera, sino en el Mayo más lluvioso y nivoso del siglo, y eso se nota. Hay ya algunas zonas sin nieve, pero donde la hay, los 
espesores aún son mayúsculos, lo que vaticina, si el tórrido verano lo permite, neveros perpétuos…. Incluso en algunas zonas hay grietas y bloques de hilo producidos por la enorme presión de tanta nieve. Cerré los ojos y me parecía estar en los Glaciares de los Alpes….. ¡qué sueño¡….. Desde el Pico, soberanas vistas infinitas del Valle de Lanjarón, el Caballo, El Cartujo, Elorrieta, El Veleta, el Mulhacen, la Alcazaba…. Eso sí, un frío del carajo por el viento del norte que soplaba en toda la 
subida y en la cumbre. Eso de “la sensación térmica” por el viento es un hecho indiscutible….
Estómago lleno, tocaba la bajada por la nieve primavera deslizándonos como niños… Un nuevo paso por el Pico de las Alegas, con “calvo” incluido. El GPS (qué gran invento ¡¡¡) nos condujo directos al coche, pasando por una zona de pinos con neveros enormes. ¿Cómo hay tanta nieve a estas alturas en Mayo?.... Muchos pinos
caídos e incluso muertos (véase la foto). Mi teoría es que tal ha sido la nevada este año, que muchos pinos han estado totalmente cubiertos de nieve durante el invierno. En diciembre cayeron 900 litros en Capileira ¡¡¡
La bajada con el coche la hicimos por otro carril en mejor estado pero de longitud infinita. Eso sí, una hermosa bajada primaveral, con unas vistas sin igual del valle del Poqueira, Capileira, Bubión, Pampaneira, los cerezos, los robles brotados, agua por todas partes, todo verdísimo, nogales brotando, vacas…. y hasta una
cabra pariendo dos chotos en medio del camino, asistida por sus dueños los pastores (véase foto)… Es que esto de la primavera después de un invierno de abundancias, es un gran invento….!!! Por favor, no os quejéis de que llueve mucho …..!!!!
Y de camino, un pequeño regalo: Juande nos llevó a su casita en Lanjarón. Pongo una foto, y quien quiera verla y tomarse una cerveza oyendo el agua de su acequia y los pajarillos cantando, que llame a Juande y nos vamos…
Al final, me quedo con la sensación de Antonio: Una preciosa excursión a un esfuerzo razonable. 1000 m de desnivel y 11 km….Pongo el perfil, medido con el GPS….
espesores aún son mayúsculos, lo que vaticina, si el tórrido verano lo permite, neveros perpétuos…. Incluso en algunas zonas hay grietas y bloques de hilo producidos por la enorme presión de tanta nieve. Cerré los ojos y me parecía estar en los Glaciares de los Alpes….. ¡qué sueño¡….. Desde el Pico, soberanas vistas infinitas del Valle de Lanjarón, el Caballo, El Cartujo, Elorrieta, El Veleta, el Mulhacen, la Alcazaba…. Eso sí, un frío del carajo por el viento del norte que soplaba en toda la 
subida y en la cumbre. Eso de “la sensación térmica” por el viento es un hecho indiscutible….Estómago lleno, tocaba la bajada por la nieve primavera deslizándonos como niños… Un nuevo paso por el Pico de las Alegas, con “calvo” incluido. El GPS (qué gran invento ¡¡¡) nos condujo directos al coche, pasando por una zona de pinos con neveros enormes. ¿Cómo hay tanta nieve a estas alturas en Mayo?.... Muchos pinos
caídos e incluso muertos (véase la foto). Mi teoría es que tal ha sido la nevada este año, que muchos pinos han estado totalmente cubiertos de nieve durante el invierno. En diciembre cayeron 900 litros en Capileira ¡¡¡La bajada con el coche la hicimos por otro carril en mejor estado pero de longitud infinita. Eso sí, una hermosa bajada primaveral, con unas vistas sin igual del valle del Poqueira, Capileira, Bubión, Pampaneira, los cerezos, los robles brotados, agua por todas partes, todo verdísimo, nogales brotando, vacas…. y hasta una
cabra pariendo dos chotos en medio del camino, asistida por sus dueños los pastores (véase foto)… Es que esto de la primavera después de un invierno de abundancias, es un gran invento….!!! Por favor, no os quejéis de que llueve mucho …..!!!!Y de camino, un pequeño regalo: Juande nos llevó a su casita en Lanjarón. Pongo una foto, y quien quiera verla y tomarse una cerveza oyendo el agua de su acequia y los pajarillos cantando, que llame a Juande y nos vamos…
Al final, me quedo con la sensación de Antonio: Una preciosa excursión a un esfuerzo razonable. 1000 m de desnivel y 11 km….Pongo el perfil, medido con el GPS….
Fantástico, Nino, espero poder acompañaros dentro de no mucho a una de estas excursiones...
ResponderEliminarMientras tanto, te voy leyendo!