sábado, 6 de noviembre de 2010

Otoño en Redes

Siempre que pienso en bosques bien conservados y en verde, pienso en Asturias. También asocio esta tierra a buen comer, a gente amable y tranquila y a minúsculos pueblos rodeados de prados con vacas. Y eso es básicamente el Parque Natural de Redes (o Reres…), una magnifica zona situada en la zona montañosa de la franja central de Asturias, formada por dos concejos, Caso y Sobrescopio (curioso nombre), de capitales Campo de Caso y Rioseco, respectivamente. El parque es joven en su historia, y cuenta con unos bosques de haya, roble y castaño estupendos. Hay poca población aquí y los pueblos son pequeños y escasos, aunque muy bien conservados e integrados en la naturaleza. Debe ser desesperante vivir aquí todo el año o toda una vida. No creo que opinen lo mismo los rebecos, corzos, ciervos, jabalís, lobos y demás fauna que vive en unos de los mejores bosques de la península. El Parque cuenta en Campo de Caso con un Centro de Interpretación muy apañado y moderno, donde te informan amablemente de todas las infinitas rutas de senderismo y te dan unas fichitas de cada ruta con mapa incluido. El parque está dominado por el río Nalón, que nace en Fuente Nalona, situada en pleno Puerto de Tarna, que conecta Asturias con León. Dicen que ya no hay osos ni urogallos por estas montañas de Asturias, quizás por que el parque tiene muchas pistas de uso ganadero. No obstante, mi impresión es que la explotación ganadera es muy equilibrada en esta zona, y está perfectamente integrada en la naturaleza. Los pastores son los mejores guardas de esta naturaleza exuberante. Hay poco turismo. Aquí no hay nada que hacer si no es pasear en la montaña. Redes es en general un excelente ejemplo de conservación medioambiental y un sitio para visitar si se es amante de naturaleza. No hay muchos sitios así en España.

Hemos venido en otoño, pero es demasiado pronto para ver la espectacular otoñada de estos bosques caducifolios. El frío aún no ha llegado este año, así que los bosques están aún muy verdes. El bosque está muy húmedo, así que hay infinitas setas, de infinitos colores y formas. Os dejo algunas fotos. Yo cogí boletus edulis (o calabazas). Exquisitas¡¡¡
Boletus Edulis (Exquisita)

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Macrolepiota (Exquisita)

Amanita Muscaria (Toxica no mortal)













Hemos venido a habitar a La Casa de Tanes, en el pueblo del mismo nombre, al borde del Pantano de Tanes. La casa es espectacular, de tres plantas, con mucha madera, y una decoración exuberante con miles de cuadros. Desde nuestro apartamento se ve un tremendo bosque en fase preotoñal, y las aguas del pantano. Falla que el pantano no está lleno, y sus orillas muertas dan un mal aspecto. Hemos hecho 4 excursiones circulares estupendas. Os cuento algo de cada excursión.

Casa de Tanes
-Cascada Taballón: Con un día espléndido de sol salimos del pueblo de Tarna (el más alto de esta zona, y el más cercano a León), y en breve subida nos metimos en un espectacular bosque de hayas que no abandonamos hasta llegar a la Cascada de 60 m de caída. A medio de camino nos desviamos hasta una zona llamada Llanos del Toro, donde además de ver dos robles centenarios, encontramos boletus edulis. Una ruta tranquila y corta, ideal para empezar.

-Peña del Viento: Este día tocaba hacer la ruta reina, la subida a uno de los picos emblemáticos del parque (la Peña del Viento, 2000 m). Salimos desde Bezanes, al borde del río Nalón. Allí tomamos un taxi de montaña, que por unos cuantos euros nos llevó a la Vega de Brañagallones, una zona de prados estupenda rodeada por bosques de hayas y picos majestuosos. Es la joya del parque, desde donde se pueden hacer excursiones varias. Nosotros decidimos hacer la Peña del Viento, pues el día, aunque frío en su amanecer, era muy soleado. Primero llegamos a Valdebezón, otra zona de prados magnífica, desde donde empezamos a subir por una canal de dura pendiente, hasta unos llanos llamados La Cuchilla, con magnificas vistas y con buenas manadas de rebecos, la especie emblemática del parque. Desde allí, por otra canal y después una pala herbosa, llegamos en dura subida pero con soberbias vistas y entre caballos asturcones hasta la Collada de Aguyas. Desde allí, en una pequeña subida llegamos al Pico, desde el que se ven, además de todos los picos y bosques de Redes, los majestuosos Picos de Europa, con el Peña Santa de Castilla y todo. También se ve la estación de esquí leonesa de San Isidro, y la vecina asturiana de Fuentes de Invierno. Debe ser terrible el invierno en estas zonas. Las asocio con nieve y soledad. Desde el pico volvimos al sendero, hasta el collado Raya el Acebal y desde allí hasta la majada de Mericueria, una zona estupenda de prados, desde la que uno se adentra en el fantástico bosque de hayas de Redes, que da nombre al parque. Tras caminar 5 km por el bosque, volvimos a Brañagallones. Desde allí, y viendo que el taxista que habíamos contratado no subía por nosotros, decidimos empezar a bajar. A medio de bajada hasta Bezanes, llegó el taxista, que con una reducción de tarifa por el retraso, nos alargó a nuestro coche. Duro día, gran cansancio, reconfortante ducha, y merecida cena. A la cama a las 10. Toca descansar.

-Pendones-Vega Baxu: En el centro de interpretación del Parque nos aconsejaron hacer la ruta lineal por pista de Pendones a Vega Baxu. Pero la vimos demasiado sosa. Así que tras un rato de caminar por esta pista decidimos tomar una senda que salía a nuestra izquierda. No estaba balizada, pero estaba bien acondicionada y marcada con mojones de piedra. Pensamos que nos llevaría a algún sitio y tampoco teníamos objetivo fijo. El día estaba cada vez más y más encapotado. Era otoño total. Por terreno variable entre claros y bosques de haya y roble, en dura subida, pero con estupendas vistas del parque de Redes, llegamos a los prados de Pandevilla. Desde allí, tras merecida parada para comer, proseguimos por nuestra senda hasta los prados de Bustantigu, también con soberbias vistas de Redes y con numerosas vacas y caballos asturcones. Allí, tras buscar, orientarnos y mirar mapas y GPS, tuvimos la suerte de encontrar una senda estrecha y poco marcada pero balizada (que venía en nuestro mapa, pero no en el mapa del GPS), la cual en dura bajada nos devolvió a la pista Pendones-Vega Baxu, que nos llevó de nuevo a Pendones y a nuestro coche. El día acabó con un fino orballu asturiano. Quedaba clara nuestra veteranía para interpretar mapas y orientarnos en la montaña. También nos quedó clara la inmensidad y buen grado de conservación de estos bosques de Redes. Un ejemplo a seguir.

-Cabeza l'Arcu: Se trataba de dar la vuelta al Pico Cabeza de l'Arcu. Salimos de Caleao, uno de los pueblos más bonitos del Parque, en un día de nuevo encapotado. A través de una pista por un magnífico bosque de castaños (no explotan las castañas por esta tierra), y luego por una senda a través de un umbrío halledo, llegamos a Valle Xulió, una vega para pastoreo, rodeada de montes, donde además de vacas abundaban las setas macrolepiotas. Continuando nuestra subida y ya casi en el Collado de l'Arcu, cruzamos otro estupendo halledo, donde cogimos una nueva colección de Boletus Edulis (más gordos que los del día anterior). Ya en la bajada, entre helechos y monte bajo, llegamos a otra zona de pastoreo, Pandellina, digna para parar, meditar, contemplar, comer, descansar... Desde ahí, y en bajada continua conectamos con el Río Arrudos, por donde discurren otras famosas rutas del Parque. De nuevo por descenso en pista, con una vegetación variada, siempre cerca del caudaloso río, retornamos a Caleao. De nuevo, una magnífica ruta.
Al día siguiente abandonamos Asturias y nos fuimos a Bilbao....

Cascada Taballon

Horreo asturiano y olivo jienense

Nieblas matinales en pantano de Tanes










Yo y mis Edulis


Halledo Llanos del Toro

Vega de Brañagallones

Llanos la Cuchilla


Santa María de Tanes

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