sábado, 23 de noviembre de 2013

Jardín urbano


Uno puede pensar que Tokyo es una ciudad enorme y difícilmente habitable por su inmensidad. Sin embargo, salvado el problema de las largas distancias y horas en el tren, esta ciudad tiene dos características urbanísticas que la hacen muy diferente a otras que he visitado. El primero es que, incluso en pleno centro y al lado de los grandes suburbios ruidosos, siempre existen calles y partes de los barrios muy tranquilos, en los que uno de repente se siente como en otra ciudad. Barrios de pueblo. El otro son sus numerosos y extensos parques y jardines. El más extenso es el jardincito del emperador Akiito. Pero ese, es inexpugnable, no se puede visitar, y solo te tienes que conformar con correr los 5 km a su alrededor. Afortunadamente a Akiito no le ha dado por cerrar el resto de parques. Uno de los que mejor representa la integración parque-ciudad con rascacielos, es el Jardín Hamarikyu, en el barrio de Chuo. Las fotos hablan por sí solas de esta estupenda integración urbana. El parque tiene 3 siglos y tiene la peculiaridad de alimentar sus aguas con el agua del mar, ya que está justo al borde la bahía de Tokyo. Pocos parques me imagino con peces de mar ¡! Aunque como todos los jardines japoneses, tiene todas las estaciones, el otoño y los momijis ya rojos en Tokyo es algo especial. Por supuesto que van novios a echarse fotos, como en la Alhambra.

De este barrio, y de la bulliciosa parada de Shimbashi, situada en el lujoso barrio de Ginza, uno puede tomar un espectacular monorail, que cruza la bahía de Tokyo por el espectacular puente de Raimbow. Es fácil quedar impresionado de tantos rascacielos integrados en el entramado de canales y agua de la bahía de Tokyo. En particular, si uno mira hacia uno de los lados del tren, ve todos los terrenos ganados al mar hace años donde se situará la villa olímpica de Tokyo 2020. De hecho, en esta zona iba también el estadio olímpico, pero los vejestorios del COI le dijeron que estaba muy alejada del centro (Tokyo no tiene centro), y lo mudaron a una zona cercana a Shinjuku. Allí no existen terrenos suficientes para hacer un estadio olímpico grande en extensión, así que la arquitecta iraní Zaha Hadid ha diseñado un mamotreto de 80 metros de altura, que se divisa desde todos los parques sagrados de alrededor. Esto ha levantado una enorme polémica en Tokyo. La altura máxima permitida en la zona es de 15 m, así que solo se han colado por 65. La ocasión lo merece, pero…¿qué pasará en el futuro cuando pasen las olimpiadas? Y ¿qué pasará con el enorme incremento de presupuesto que eso ha supuesto? No obstante, muchos edificios como la Torre Eifel y la Sagrada Familia siempre estuvieron envueltos en gran polémica, y ahora nadie concibe a París y Barna sin ellos.

Dejando Tokyo 2020, del que hay miles de carteles por la zona, el monorail se adentra en el barrio de Odaiba, una especie de isla en la bahía de Tokyo desde la que las vistas de la línea de rascacielos, la bahía y el puente Raimbow provocan miles de fotos a tu alrededor. El escenario lo merece. Todo recuerda a New York, pero si además construyen una réplica de la Estatua de la Libertad, mucho más ¡!!!
En Odaiba hay muchos atractivos y shoping occidental. A los japoneses les flipa el shoping occidental. De los atractivos más relevantes está el edificio de la Fuji TV, creadora de la serie One Piece y de la serie de dibujos que más tiempo lleva en Japón, Sasaezan. En ese edificio, también famoso, uno puede ver por las ventanas los estudios de grabación. Se ve en una foto.

Otro de los grandes atractivos de Odaiba es el robot gigante !!!!!! Véase la foto !!!! 

En Japón uno puede ver de todo, eso dicen. Día que pasa uno va descubriendo ese “todo”. Ayer me topé con algo inaudito. Aquí en Japón los perros son mejor tratados que los niños. Las tiendas de perros son verdaderas boutiques de lujo, y por las calles se ven unos modelitos de encanto. Tienen vestidos, zapatos,….pero lo que no me podía imaginar es ver a una señora con un carrito para el perro (véase foto; dentro no hay bebe), como si fuera un bebé. Y en el metro hay que dejarle también el asiento, señora ¿????? Y a las perritas embarazadas también?

Y hablando de metros, a mi vuelta a Azamino, en el tren vi un cartel donde con buen rollito japonés las prohibiciones del tren. Si uno observa detenidamente la foto, está prohibido: comer, beber, reír, repamchingarse con el periódico, molestar con el tacón, y por supuesto, hablar por el móvil. La gente lo respeta, por supuesto…. Qué a gusto ir sin la gente dando la murga hablando por el móvil !!! Empujar está permitido, tranquilos.
































2 comentarios:

  1. http://ikublog.com/recopilacion-de-carteles-tokyo-metro/
    Estos no los has visto? :-D

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  2. No, no lo he visto. Me fijare. Son muy buenos.
    La gente cumple las normas, quizás demasiado...

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