Pocas calles habrá en los States más famosas que Sunset Bulevard, especialmente a su paso por los barrios de Hollywood, Beverly Hill, Bel Air y Santa Mónica. Pero entre tanto coche deportivo, chicas morenas de playa despampanantes, chulos musculados y mansiones billonarias, Sunset Bulevard deja paso también a la vida académica. Si uno recorre Sunset Bulevard, y no queda desmayado ante tanto glamur, llegará a ver el cartel de “Westwood, UCLA”. Podrá entonces adentrarse en un mundo infinito de posibilidades para estudiar, hacer deporte, pasear, meditar e investigar.
Sin embargo, llegando desde el Sur uno llega a UCLA por una zona menos glamorosa, pero tremendamente animada, casi tipo europea, donde viven y salen de marcha mucho de los estudiantes, el barrio de Westwood o Westwood Village. Si te adentras en el barrio, poco a poco van apareciendo carteles como “UCLA Extension”, donde voy a mis clases de inglés, “Ronald Reegan Medical Center” o “Medical Plaza”, donde se encuentran las facultades e institutos de investigación de ciencias de la salud más afamados de California, destacando entre ellos los institutos del cáncer y neurociencia, donde un día lo mismo me encuentro a Punset grabando una de sus famosas entrevistas sobre la Felicidad…
Pero hasta que no llegas a la Escuela de Ingeniería V (mi escuela), no tienes realmente la sensación de estar en un campus universitario americano. A partir de ahí, el panorama cambia totalmente, los edificios se hacen más bonitos, de apariencia histórica, con numerosos espacios verdes de césped y árboles, numerosas plazas e infinitas instalaciones deportivas.
En la plaza central (Bruin Plaza), presidida por el oso gigante y mascota de UCLA, el ambiente es estupendo, con alumnos, profesores y personal de servicios yendo y viniendo de un sitio para otro, numerosos estudiantes con puestecillos vendiendo productos para sacar dinero para sus asociaciones, y muchas veces grupos de estudiantes cantando, bailando o protestando. Allí se encuentra uno de los edificios más feos, pero con más vida, el Ackerman Union, donde están la mayoría de los sitios de comida, la tienda de UCLA, correos, bancos, peluquerías, videojuegos, etc, etc…Asimismo, Bruin Plaza alberga el Wooden Center, con infinitas posibilidades para hacer deporte bajo techo.
Si desde Bruin Plaza uno va al Oeste se adentrará en la zona de estadios deportivos y residencias y apartamentos de estudiantes. Si vas hacia el Oeste te toparás con los edificios de Ingeniería, Matemáticas y Física, a la vez que con el precioso edificio Kerckhoff Hall, donde hay numerosas asociaciones de estudiantes, y una de las cafeterías más acogedoras. Yo suelo comer en las terrazas del Kerckhoff, al solecito californiano (solo me ha llovido tres días).
Si vas hacia el Norte llegarás al Campus Norte, sin duda la parte más bonita e histórica de UCLA, y donde encuentras, entre otros, la preciosa Powell Library, la pija escuela de Derecho, la selecta Escuela de Management (negocios), donde a veces voy a comer unos sándwiches riquísimos, y las numerosas facultades de humanidades. En toda esta zona Norte el ambiente es de tranquilidad absoluta, porque la gente de letras siempre ha tenido más gusto y clase que los de ciencias.
He pasado horas infinitas paseando o sentado leyendo o incluso durmiendo en el césped o en los bancos de estas plazas, viendo como desde que llegué los árboles han ido cambiando de color, porque en California, también hay otoño. Porque UCLA es uno más de esos estupendos campus americanos, compactos, y bien organizados, donde hay de todo, pero a la vez todo está cerca, y por los cuales es una auténtica gozada pasear o correr. El paseo desde Wilson Plaza hasta la calle Luvalle te hace sentir a veces como en un Monasterio viviente, con vida estudiantil y académica, como esos monasterios rumanos llenos de centenares de monjas o monjes, trabajando, yendo y viniendo de un sitio para otro, rezando y meditando.
Cuando llegué, mis primeras dos semanas fueron horribles, de desconocimiento y desconcierto total, casi acojone permanente, perdiéndome por mil sitios, preguntando todo, llamándome a veces la atención por mirar y entrar donde no debía o estar despistado y parecer un ladrón, o no enterándome cuando me preguntaban el tipo de leche o el tamaño del vaso, el tipo de café, o si mi tarjeta era de débito o de crédito. Ahora, que ya voy sin pensar a los sitios, que me entero de las cosas que me pregunta los camareros, me tengo que ir, qué injusto es el mundo¡¡¡
En el Campus, además de trabajar, he visto muchas cosas. Contaré algunas curiosidades.
El tema de la basura es clamoroso. Todo plato, vaso, cuchara, tapadera de vaso, pajita, portavasos, funda de pajita, portaensaladas, tapaensaladas, taperware, tenedor, cuchillo, etc…. es de plástico o de cartón. Aquí no se friega nada¡¡¡ El Fairy no es negocio ¡¡¡¡ No pasan tres metros sin que te encuentres un basurero atiborrado. ¿Reciclarán? Nada se separa…Añoro aquellos chisquidos de tenedores y cuchillos sobre los platos en los comedores universitarios. Qué ganas tengo de beber en vidrio ¡¡¡¡
Un día las plazas del Campus se llenaron de mesas, sillas, escenarios, etc.. Era, el “Welcome Parents Day”, o día para dar la bienvenida a los padres llegados de todos los States. Estupendo día hasta altas horas de la noche, con macrofiesta final en los estadios.
Inolvidable también el día para animar al equipo de fúltbol, con una macro fiesta nocturna en Wilson Plaza, con grupos de alumnos bailando coreografías y cantando a la americana, el equipo y el entrenador animando a todos los estudiantes, la banda, y la apoteósica hoguera final gigante iluminando la noche de los Bruins. Final apoteósico con todos los estudiantes (miles) cantando el himno y haciendo la coreografía de animación. Fantástico¡¡¡ Me la tengo que aprender…
Numerosas y continuas son también las visitas guiadas de estudiantes de 18 años, recién salidos del High School (enseñanza media), y que ahora, con un año de antelación, están haciendo la preinscripción en las Universidades y los exámenes de ingreso. La Universidad hace propaganda con estas visitas guiadas. Hay que ganarse a los alumnos. Esto es negocio.
Curioso día también el que un numeroso grupo de alumnos latinos reivindicaba el uso del español en las aulas. Lo peor era que sus discursos eran en inglés¡¡¡ No lo entiendo….¡¡¡
Día malo para mí, hace como una semana, cuando me echaron una multa por aparcar en mi parking ¡¡¡¡ No entendía nada, y viendo las razones, vi que era porque ese día el parking estaba reservado para los políticos de la universidad, que vinieron a dar discursos por el tema del movimiento ocupa de las Universidades americanas. Yo que vine a las 7 de la mañana ese día (lunes), no vi carteles, ni nadie me dijo nada, y la barrera estaba abierta. Alegaré, pero no tengo pruebas. Los políticos siempre dando por saco¡¡¡
UCLA ha sido en estos ya casi tres meses mi casa en Los Angeles. Aquí he pasado horas, a veces desde las 7 hasta las 10, siempre sin cansarme de hacer cosas, trabajar, leer, ir a clase de inglés, comer, tomar café, dormir, ir a la piscina, correr en el estadio, ir al gimnasio, ver deportes, y muchas veces, pensar. Quizás la incomodidad, suciedad y el frío de mi casa, o quizás, probablemente, porque esto de ser universitario es casi como una adicción de la que es difícil desintoxicarse.
Bruins ¡¡¡¡¡
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