Yokohama siempre estuvo y quizás siempre estará a la sombra
de Tokyo. Es verdad que Tokyo no solo cuenta con esta ciudad en su área
metropolitana. Hay muchísimas a su alrededor. Pero Yokohama tiene una
peculiaridad, y es que es la segunda ciudad más poblada de Japón. De hecho,
mucha gente va a trabajar de Yokohama a Tokyo diariamente dando lugar a unas
avalanchas humanas en los trenes que son difíciles de abordar. Justo en mi
estación, Azamino, se produce una de esas entradas, y yo por las mañana me las
veo y me las deseo para cruzar en perpendicular la riada humana que sale del
metro procedente de Yokohama.
Durante el día, debido a este éxodo de gente, Yokohama deja
de ser la segunda ciudad más poblada de Japón, y pasa a ser Osaka. Por la
noche, de nuevo, tras el éxodo de vuelta, Yokohama recupera su lugar.
Su importancia radica fundamentalmente en su puerto marítimo
de mercancías y pasajeros, ahora tremendamente activo con la política del
primer ministro Abbe, que tras depreciar la moneda (el yen) ha conseguido que
Japón se dispare en las exportaciones. Muchas de ellas salen del puerto de
Yokohama.
Ayer sábado toco dar un paseo por dos zonas cercanas al
centro de esta ciudad. Su paseo marítimo y el famoso barrio chino. El primero
es agradable y ofrece unas vistas estupendas de los rascacielos de otras partes
de la ciudad, así como del gran puente que conecta Yokohama con el aeropuerto
de Haneda. Si uno cruza ese puente se da cuenta de la enorme actividad
industrial y de mercancías del puerto de Yokohama. Nada parecido existe en
España, por supuesto.
Desde el puerto de Yokohama, y tras observar un nuevo
espectáculo a la japonesa como darle comida a mano a las gaviotas, uno tiene a
tiro de piedra el mayor barrio chino de Japón. No hay ciudad o pueblo en el
mundo que no tenga presencia china, o directamente barrio chino. Este, bajo mi
punto de vista, está algo japonesizado. Y aunque es cierto que es grande y hay
muchos restaurantes chinos, no da la sensación, como en los barrios de San
Francisco o Los ángeles, de ser un barrio de vida china. No obstante, el paseo
merece la pena, y cambiar un poco de comida nunca viene mal. China y Japón
siempre han estado de gresca, y ahora su ambiente está más que tengo por una
isla estúpida en el mar de Japón, y por que unos estarán envidiosos de los
logros de los otros. El caso es que entre China y las dos Coreas, el gobierno
del primer ministro japonés Abbe ha decidido ni más ni menos que aumentar el
presupuesto de defensa un entre un 5 y un 10 %, y comprar muchísimo armamento principalmente
a Estados Unidos, e inundar aun más las playas de Okinawa de bicharracos que
atemoricen al gigante asiático. La medida la he comentado con algunos colegas
japoneses, y por supuesto es tremendamente impopular. Japón, tras la 2ª guerra y sus bonitas bombas
nucleares, había dejado de tener ejército y pasó a ser un país en paz.
Ya hace unos días, tras mi visita a Hirosima me hice la
pregunta de si los japoneses y el mundo aprendería de la desgracia de la bomba
nuclear. Parece claro que mi respuesta es más que cierta.
A nuestra despedida del centro de Yokohama nos encontramos
con un nuevo tumulto de gente, esperando entrar al famoso Yokohama Stadium, un
estadio de beisbol que alberga a uno de los grandes equipos de este país, el
YokohamaBayStarts (las estrellas de la bahía). Pero en esta ocasión no eran las
estrellas de la bahía los que iban a jugar, sino las ultasfamosisimas 48 niñas
que comenté en una de mis entradas, las Akihabara48 ¡!!!!!! No hay nadie que
las pare en Japón, y sus fotos se cotizan muy muy al alza entre sus numerosos
fan que esperan impacientes a verlas en este colosal estadio. Yo tengo que
confesar que me quedé con las ganas de entrar.
Desde ahí, y cuando se hace la noche, al japonés no le queda
otra cosa que practicar su gran afición. Comprar. Ya lo he comentado en más de
una entrada, que el consumo en Japón es lo que sostiene a este país. No hay
quien les gane. Ni los chinos ni los americanos. Y con este consumo, esta
economía no se va a venir abajo, no hay duda. Todo vale, los supermercados, las
tiendas de regalos, las de ropa, los cafes, las tiendas de perros, todo está
lleno y muy lleno ¡ Es obvio que el consumo genera trabajo. En España no hay
consumo, y por tanto, al no necesitarse nada, los negocios se mueren.
La pregunta que nos podemos hacer es en este momento, ¿Por
qué no consumimos más en España y así creamos trabajo? La idea parece fácil,
pero es imposible romper el círculo vicioso. Si no hay trabajo, no tienes dinero, si no hay
dinero, no hay consumo, si no hay consumo no se tiene por que producir nada, si
no se produce nada, no hay trabajo. Y vuelta a empezar….
Qué secretos tiene Japón para que su círculo vicioso sea
justo el contrario. Muy fácil. Hay varios secretos a voces. Tienen una elevada
producción interna. No dependen del exterior casi de nada, y además tienen
mucha imaginación para producir muchas variantes de todo. Cuando uno compra un
coletero para su sobrina, no hay 100 coleteros disponibles, sino 1000 o 10000.
Tampoco depende de la energía del exterior, toda la producen
ellos, con todo lo malo que eso pueda acarrear.
¿Y cómo es que ellos son capaces de producir de todo, sin
depender de otros países, y además producir miles de variantes de cada articulo
y dar solución a todas las necesidades? Pues muy fácil. Investigan mucho (hay
mucho dinero para investigar), dan mucho apoyo a las empresas para investigar, desarrollar
y crearse, y además trabajan muchas horas y muchos días al año. Solo tienen 15
días de vacaciones al año, y muchos no se los toman porque está socialmente mal
visto. Ah, se me olvidaba, otro secreto. Robar está mal visto. Ah, se me olvidaba,
otro secreto. La clase política tiene un cierto nivel cultural y técnico. Ah,
se me olvidaba, el pueblo piensa en el pueblo, no en cada uno mismo. ….. Me da
la sensación de olvidar más secretos, pero con estos basta para darse cuenta…
Siento amargar las Navidades….pero Feliz Navidad ¡!!!
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