domingo, 22 de diciembre de 2013

A la sombra de Tokyo

Yokohama siempre estuvo y quizás siempre estará a la sombra de Tokyo. Es verdad que Tokyo no solo cuenta con esta ciudad en su área metropolitana. Hay muchísimas a su alrededor. Pero Yokohama tiene una peculiaridad, y es que es la segunda ciudad más poblada de Japón. De hecho, mucha gente va a trabajar de Yokohama a Tokyo diariamente dando lugar a unas avalanchas humanas en los trenes que son difíciles de abordar. Justo en mi estación, Azamino, se produce una de esas entradas, y yo por las mañana me las veo y me las deseo para cruzar en perpendicular la riada humana que sale del metro procedente de Yokohama.

Durante el día, debido a este éxodo de gente, Yokohama deja de ser la segunda ciudad más poblada de Japón, y pasa a ser Osaka. Por la noche, de nuevo, tras el éxodo de vuelta, Yokohama recupera su lugar.

Su importancia radica fundamentalmente en su puerto marítimo de mercancías y pasajeros, ahora tremendamente activo con la política del primer ministro Abbe, que tras depreciar la moneda (el yen) ha conseguido que Japón se dispare en las exportaciones. Muchas de ellas salen del puerto de Yokohama.
Ayer sábado toco dar un paseo por dos zonas cercanas al centro de esta ciudad. Su paseo marítimo y el famoso barrio chino. El primero es agradable y ofrece unas vistas estupendas de los rascacielos de otras partes de la ciudad, así como del gran puente que conecta Yokohama con el aeropuerto de Haneda. Si uno cruza ese puente se da cuenta de la enorme actividad industrial y de mercancías del puerto de Yokohama. Nada parecido existe en España, por supuesto.

Desde el puerto de Yokohama, y tras observar un nuevo espectáculo a la japonesa como darle comida a mano a las gaviotas, uno tiene a tiro de piedra el mayor barrio chino de Japón. No hay ciudad o pueblo en el mundo que no tenga presencia china, o directamente barrio chino. Este, bajo mi punto de vista, está algo japonesizado. Y aunque es cierto que es grande y hay muchos restaurantes chinos, no da la sensación, como en los barrios de San Francisco o Los ángeles, de ser un barrio de vida china. No obstante, el paseo merece la pena, y cambiar un poco de comida nunca viene mal. China y Japón siempre han estado de gresca, y ahora su ambiente está más que tengo por una isla estúpida en el mar de Japón, y por que unos estarán envidiosos de los logros de los otros. El caso es que entre China y las dos Coreas, el gobierno del primer ministro japonés Abbe ha decidido ni más ni menos que aumentar el presupuesto de defensa un entre un 5 y un 10 %, y comprar muchísimo armamento principalmente a Estados Unidos, e inundar aun más las playas de Okinawa de bicharracos que atemoricen al gigante asiático. La medida la he comentado con algunos colegas japoneses, y por supuesto es tremendamente impopular.  Japón, tras la 2ª guerra y sus bonitas bombas nucleares, había dejado de tener ejército y pasó a ser un país en paz.

Ya hace unos días, tras mi visita a Hirosima me hice la pregunta de si los japoneses y el mundo aprendería de la desgracia de la bomba nuclear. Parece claro que mi respuesta es más que cierta.

A nuestra despedida del centro de Yokohama nos encontramos con un nuevo tumulto de gente, esperando entrar al famoso Yokohama Stadium, un estadio de beisbol que alberga a uno de los grandes equipos de este país, el YokohamaBayStarts (las estrellas de la bahía). Pero en esta ocasión no eran las estrellas de la bahía los que iban a jugar, sino las ultasfamosisimas 48 niñas que comenté en una de mis entradas, las Akihabara48 ¡!!!!!! No hay nadie que las pare en Japón, y sus fotos se cotizan muy muy al alza entre sus numerosos fan que esperan impacientes a verlas en este colosal estadio. Yo tengo que confesar que me quedé con las ganas de entrar.

Desde ahí, y cuando se hace la noche, al japonés no le queda otra cosa que practicar su gran afición. Comprar. Ya lo he comentado en más de una entrada, que el consumo en Japón es lo que sostiene a este país. No hay quien les gane. Ni los chinos ni los americanos. Y con este consumo, esta economía no se va a venir abajo, no hay duda. Todo vale, los supermercados, las tiendas de regalos, las de ropa, los cafes, las tiendas de perros, todo está lleno y muy lleno ¡ Es obvio que el consumo genera trabajo. En España no hay consumo, y por tanto, al no necesitarse nada, los negocios se mueren.

La pregunta que nos podemos hacer es en este momento,   ¿Por qué no consumimos más en España y así creamos trabajo? La idea parece fácil, pero es imposible romper el círculo vicioso.  Si no hay trabajo, no tienes dinero, si no hay dinero, no hay consumo, si no hay consumo no se tiene por que producir nada, si no se produce nada, no hay trabajo. Y vuelta a empezar….

Qué secretos tiene Japón para que su círculo vicioso sea justo el contrario. Muy fácil. Hay varios secretos a voces. Tienen una elevada producción interna. No dependen del exterior casi de nada, y además tienen mucha imaginación para producir muchas variantes de todo. Cuando uno compra un coletero para su sobrina, no hay 100 coleteros disponibles, sino 1000 o 10000.

Tampoco depende de la energía del exterior, toda la producen ellos, con todo lo malo que eso pueda acarrear.

¿Y cómo es que ellos son capaces de producir de todo, sin depender de otros países, y además producir miles de variantes de cada articulo y dar solución a todas las necesidades? Pues muy fácil. Investigan mucho (hay mucho dinero para investigar), dan mucho apoyo a las empresas para investigar, desarrollar y crearse, y además trabajan muchas horas y muchos días al año. Solo tienen 15 días de vacaciones al año, y muchos no se los toman porque está socialmente mal visto. Ah, se me olvidaba, otro secreto. Robar está mal visto. Ah, se me olvidaba, otro secreto. La clase política tiene un cierto nivel cultural y técnico. Ah, se me olvidaba, el pueblo piensa en el pueblo, no en cada uno mismo. ….. Me da la sensación de olvidar más secretos, pero con estos basta para darse cuenta…

Siento amargar las Navidades….pero Feliz Navidad ¡!!! 


















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