domingo, 8 de diciembre de 2013

Conferencia Japonesa AE

Hace unos 5 años, durante mi primera visita a Osaka, no me podría imaginar que pasado este tiempo volvería para asistir a una conferencia nacional japonesa de emisión acústica (AE). Y efecivamente, hace un año, en la conferencia norteamericana en Los Angeles, el presidente del grupo AE japonés, prof. Wakayama, me invitó a que asistiera y presentara una charla. La conferencia está cerrada solo a los japoneses, máxime cuando las charlas son en japonés, aunque a algunos de ellos los conozco de verlos en varias conferencias, entre ellas la del año pasado en Granada. De hecho, mi relación con el prof. Wakayama comenzó cuando al llegar este a Granada se le había perdido la maleta, y amablemente le puse una azafata del congreso y un taxi para que fuera a comprarse ropa al Corte Inglés.

La conferencia se celebró en el bonito campus de la Universidad de Kansai, una universidad privada, con muchos estudiantes que inundan sus calles y el restaurante central. La atmósfera era fantástica. Aquí me encontré con algunos que seguro los forofos de la AE conozcáis, como los profesores Yoshida, Shitoani, Enoki y por supuesto mi querido Mizutani, que fue quien me gestionó todo, como siempre. La conferencia fue organizada también por la Asociación Japonesa de Ensayos No Destructivos (JSNDI), y por su puesto la organización fue perfecta. Ni un retraso, sobre todo por que junto al orador había un enorme reloj. Los japoneses son unos histéricos de la puntualidad. Eso es bueno y malo a la vez. El tema se lleva a extremos. Por ejemplo, si tu presentación y preguntas tarda menos de los 20 minutos, te siguen haciendo preguntas hasta que se cumplan exactamente los 20 minutos. Es lo que llamaríamos retraso negativo, o adelanto, que tampoco está bien visto en esta sociedad.

Hubo unos 50 asistentes (no los conté), y tres empresas mostrando sus productos en stands. Por supuesto que el nivel científico es bueno. Ya quisieran eso algunos países ¡!! En USA también hay mucha gente, pero son mucho más mayores. En Japón, y gracias a lo que me explicó Shiotani, como un modélico sistema de formación de jóvenes investigadores, como una parte obligatoria de su formación en grados y masters, se consigue mantener viva la ciencia en todas sus ramas, e ir poniendo semillas para el futuro. De eso soy consciente en los laboratorios de Mizutani y Shitoni.

El primer día del congreso nos dieron una cena informal tipo cocktail, con deliciosas comidas, aunque la mejor fue una carne de vaca japonesa famosa por que la alimentan con cerveza, y echa unas grasas en la carne, que la hacen un verdadero manjar. La más famosa es la de Kobe, pero el presupuesto del congreso no daba para tanto.  En la fiesta no faltaron los 2 rituales típicos japoneses, de apertura y cierre. En la apertura está el “Campai” que es el brindis, llevado en esta ocasión por el veterano prof. Yoshida. El cierre se hace con unas palmitas que todos se conocen muy bien, acompañadas con una especie de gritito. Entre medias, varios discursos. A mí me pillaron por banda, y por sorpresa, y como invitado, me hicieron dar un discurso en inglés. Ya estoy acostumbrado a estos discursos por sorpresa made in Mizutani.

Tras la fiesta, llega lo que ellos llaman la segunda fiesta, pero en un bar. Y ahí es donde verdaderamente la gente empieza a hablar de verdad y a perder toda la vergüenza. Es el momento de los negocios, de los grandes negocios con los japoneses. La gente va deteriorándose progresivamente, pero muchos de ellos aun así, se van a una tercera o cuarta fiesta. Yo no, pues tenía mi presentación al día siguiente.

La experiencia ha sido extraordinaria, desde luego… Los japoneses lo tienen todo muy bien organizado y montado. Cada año tienen una, pero van intercalando una en japonés (nacional) y otra en inglés (internacional). El año que viene la internacional se celebra en la zona devastada por el sunami, cerca de Fukushima, como muestra de que poco a poco se va volviendo a la normalidad.

Con esta enorme experiencia despedí Osaka, no sin antes probar el estupendo Okonomiyaki con una cena con Mizutani, quien al día siguiente me acompañó a la Universidad de Kyoto, donde teníamos otra cita…






















No hay comentarios:

Publicar un comentario