Anoche me fui a mi gigantesca cama intranquilo. He tenido pesadillas de susto. Me despierto a media noche acojonado y veo todavía el tronco de mi chimenea ardiendo e iluminando toda la enorme habitación señorial que tengo, lo que me da más miedo todavía. Me acosté intranquilo por dos cosas. Cuando encendí la chimenea me puse a mirar el mail, al poco que el silencio pacífico de la casa se ve perturbado por un pitido espantoso en mi habituación. Era la alarma del fuego¡¡¡¡ Me había olvidado de abrir el tiro de la chimenea, y mi habitación estaba llena de humo¡¡¡¡ Como locos vinieron Mike y la pareja de huéspedes madre-hija (así las conocí, vaya plan¡¡¡). Menudo espectáculo está dando el español, pensarán¡¡¡ Y luego me fui a la cama pensando que la casa era ideal para que Mike fuera un asesino en serie, y que lo del fuego no era más que una de sus técnicas, y que le falló. La casa es ideal para ello, muy apartada, sin vecinos, poca luz, estilo clásico fantasmagórico, habitaciones enormes, ….Quien me ha enseñado estas cosas saben muy bien quienes son...jajajajaj. HOY ME HE ACORDADO MUCHO DE VOSOTROS EN LA EXCURSIÓN¡¡¡¡¡
Me levanto y lejos de encontrarme a mi asesino, me encuentro un suculento desayuno que había preparado Nora, americano total, con huevos revueltos, beicon, panqueques con maple sirope, frutas miles troceadas, etc¡¡¡ Es el momento típico para hablar de donde somos, qué hacemos, y qué vamos a hacer hoy en Yosemite. Mike comparte mesa, como corresponde a su carácter amigable, para nada de asesino en serie (o son así de amigables para despistar...? ). Y desgraciadamente el tema de mi chimenea también sale en el desayuno, dándome la sensación de que todos se estaban riendo demasiado de la historia…. ¡cómo no viste el cartel¡ ¡te lo dije, Nino¡
Yo tenía claro que hoy era mi día de andar mucho, así que decidí subir a la punta Glaciar (Glacier Point), de nombre sugerente y desde la que todos me prometen soberbias vistas.
Entro en el Parque y la guardabosques me pide el pase de 7 días que tengo, a la vez que le pregunto por el tiempo de hoy y mañana, y por el estado del sendero (ya sabéis, soy Lady Drama, y tengo que dejar todo claro). Fea como ella sola, de mediana edad, y con cara de muerte absoluta, y con el sombrerito de guardabosques ni te cuento¡¡¡. Hacía tiempo que no veía una mujer tan fea¡¡¡ Me responde amablemente y con una paz espiritual impresionante, con una mirada penetrante y con una sensación de quiero seguir hablando contigo toda mi vida, por que necesito un estímulo, estoy amargada, y tu vienes solo y seguro que necesitas a alguien. Por un momento, me recordó al del chiste, que fuma cartones y cartones entre polvo y polvo.
Tomo rumbo cargado de toda la comida que amablemente me había preparado Nora gratis, y con mi amiga soledad comienzo a subir por un camino llamado “Four miles trail”, osea “El sendero de las 4 millas”. Por que si algo he aprendido en Yosemite es la palabra trail… Sendero perfectamente marcado, y desgraciadamente asfaltado en su primera fase (no entiendo esta política de asfaltar los senderos¡¡¡¡¡). La segunda fase ha sido mezcla de hielo y roca, la tercera hielo y nieve, y la última de nieve, con lo cual he tenido de todo. El camino es agotador, en continuo zigzag de subida (desnivel de 1000 m), pero las vistas cada vez eran mejores, a uno y otro lado del valle Yosemite, a todas las leves cascadas de esta época, y a los grandes picos y alturas del Parque. Todo me ha recordado una vez más a Ordesa, y en particular a la senda de los cazadores (te acuerdas Teresa? Qué viaje aquel¡¡¡).
En mi camino me he encontrado con encinas, sequoias, pinos, abetos, robles, arces, roedores múltiples, ciervos, y…… no, no me he encontrado con osos, qué pena. Realmente he encontrado personas, como unas 15 en total que estábamos haciendo el mismo camino. He hablado con todos, para practicar mi inglés, y compensar a mi amiga soledad, pero casi todas las conversaciones eran superficiales y tontas. En una foto sale una parejita de Michigan, que amablemente me han echado una foto (la única que tengo en los States), en la Punta Glaciar. Con ellos he comido y con un inglés feo (no tanto como la guardabosques) y parlanchín de Londres pero viviendo en NYC. Cuando empiezo a bajarme, veo que llega a la Punta una chica solitaria (había muchos solitarios hoy, y es que la montaña se presta a la meditación). En la Punta el espectáculo es magnífico, con vistas a todos los picos, a los valles glaciares (se extinguieron hace años), y a todas las alturas y paredes de los escaladores, que incluso llegan a intuirse como pulguitas colgadas en no se sabe donde. Impresionante¡¡¡¡¡ Sorprende el más famoso de los picos del parque, la Half Dome de 2693 m (se ve en muchas fotos), pero con una pared vertical de más de 1000 m, que escalaré en mi vida futura, seguro.
En mi lenta bajada (soy Lady Drama cuando hay nieve y hielo, ya lo sabéis), me entran ganas de cagar, miro a mi al alrededor por si las moscas, y argggg, veo a la chica solitaria, que me quita las ganas. Pronto me alcanza y le cedo el paso por que iba rápida, pero hace un amago, se para y me pregunta “Where are you from?”. Es la frase ideal para empezar algo con un guiri. Y funcionó, por que hemos bajado las tres millas finales juntos charlando de mil cosas. Ella no solo me hablaba para que yo la entendiera, repitiéndome cuando yo decía excuse me, sino que me aclaraba cosas del inglés. Es Elisabet (nombre común por aquí, y en nuestro grupo de investigación…), de Kansas pero estudiando medicina cerca de Los Angeles. Es vegetariana, y se ha recorrido medio mundo, incluida África. Se le ven maneras y formación espectacular. Y estudia medicina por que su padre está enfermo desde hace años, gran motivación¡¡¡ Me cuenta que está en un camping por que tiene enchufe (conection en inglés…me ha explicado), con un amigo suyo, y que le cobran solo 16 dólares por noche, aunque voluntariamente les ayuda a fregar . Peculiar la chica, que me hecho superameno mi camino de vuelta. Una BR?
Llego de noche bajo una gran luna llena a mi estupenda casa, feliz por haber conquistado a dos chicas en un mismo día. Pero verdaderamente mi amor se llama Mike, tiene unos 70 años, y es de Fresno, aunque tiene una casa en Mariposa. Me estaba esperando para echar el salmón en la barbacoa que me había montado por sorpresa en el patio, de noche, y con las lucecitas tenues de la casa y el caminito. La cena no está incluida en el precio, es solo un regalo más. También me había cocinado arroz. Está solo, o mejor dicho, estamos solos en medio del bosque, en una casa de encanto por dentro y por fuera. ¿Qué más puedo pedir?¡¡¡¡¡¡ Esto es amor y lo demás es tontería¡¡¡
A mi llegada a la habitación el papelito que amablemente me había puesto Nora junto a la chimenea y que podéis leer en la foto, sobran los comentarios….
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