lunes, 14 de noviembre de 2011

Mi piscina

Fue de película americana mi entrada en coche el domingo a la tarde por las rutas 5 y 405 a Los Angeles procedente de Yosemite, rodeado de infinitos carriles con infinitos coches por todas partes. 

Afortunadamente la gente conduce tranquila y todo está indicado con mucha antelación, hasta el punto de que creo que es más peligroso conducir por mi pueblo, estoy seguro, con la pala de mantas locos que hay¡¡¡. 

El shock lo he vivido cuando me he dado cuenta de que vuelvo a la rutina de la gran ciudad. Es curioso, pues se trata de un estado de “rutina”, dentro de un gran estado de “no rutina” que supone mi estancia en LA a lo largo de mi vida. Y es que la precisión con la que uno mide una variable física, hace ver las cosas de una forma u otra.

Me vuelto a sentir solo en LA, especialmente después de haber hablado tanto en Yosemite. Es curioso, porque en Yosemite habría el 0.000001 % de la gente que vive en LA. Pero, ya se sabe, la soledad une, y la multitud separa.

Dentro de mi rutina, volví a hacer una de las cosas que más me gusta, ir a nadar. Hay 4 piscinas en UCLA. Yo nado en la más céntrica, la del Student Activity Center, donde además de la piscina, están las asociaciones no gubernamentales de estudiantes, la asociación LGTB, y la escuela de militares de UCLA (vaya mezcla¡¡¡). La piscina tiene 33 yardas (unos 30 metros), de longitud regulable. No es la mayor de todas, pero si la más accesible para mí. Tiene el problema de que cuando nadas, te llega un olor a palomitas de azúcar del puestecillo de la esquina tremendo. Además, voy justo antes de almorzar. El último día tengo que almorzar palomitas dulces¡¡¡¡

El tema del deporte en general en UCLA es de gran admiración, y un tema aparte. Sería catetillo de pueblo si cuento todo lo que hay, o al menos lo que he visto, porque no lo he visto todo. Me llama la atención por ejemplo la zona de escalada indoor (Rock wall) y la gran sala de gimnasia artística (potro, saltos, paralelas, anillas, etc…) que hay en el John Wooden Center, que por supuesto, no uso. Soy fan de las chicas de Volley Ball, todas altísimas, blancas por supuesto, y con los colores azul y amarillo de los Bruins y con muchas seguidoras con pompones. Por 50 $ al cuatrimestre tengo derecho a todo, pero solo uso unas bicicletitas, la elíptica y la piscina. Osea, muchísimo más barato que en Granada¡¡¡¡. No en vano, los States son una gran potencia mundial del deporte, con China pisándole los talones, como en todo. Y el deporte en este país, nace y crece en gran medida en las Universidades, ya lo sabéis.

La piscina que uso es estupenda, soleada la mayoría de los días, descubierta  y con agua climatizada (un día hablaré de la basura y el consumo de energía en los States, pues lamentablemente es tema aparte), en un edificio histórico (todo lo histórico que aquí puede ser un edificio), y desde la que ves los bosques ya de colores otoñales y las torres de otros edificios. 

El ambiente es fantástico, nada de cuerpos petardos. Hasta los viejecitos tienen en general buenos cuerpos, y hablo de viejitos de 70-80 años. Y los jóvenes (hasta gente de unos 50) en su gran mayoría nadan estupendamente, pegándome unas pasadas de órdago. En cada calle solo puede haber dos personas, una en cada parte de la calle, con lo que no hay adelantamientos, y no como en Granada que vas dando vueltas, con adelantamientos vertiginosos a gordos y gordas que nadan a paso de tortuga (con respeto a todos, pero debe haber niveles). Pero claro, aquí hay 4 piscinas y en Granada una. Es también cuestión de presupuesto, aunque quizás también de organización. En uno de los muros están los records de la piscina, y de UCLA, que por supuesto no quiero ni mirar. Está abierta solo de 11 a 14, pues el resto del tiempo es para los profesionales. De hecho empiezan a las 6 de la mañana a cielo descubierto¡¡¡¡¡¡

Los vestuarios son fantásticos también, y a la mayoría les gusta exhibirse y ver sus músculos recién ejercitados en los gigantescos espejos que hay junto a las duchas. Pero claro, esto son cuerpos de verdad, no los cuerpos hinchados a base de porquerías de hormonas de West Hollywood¡¡¡ También, la mayoría se pesa antes y después de nadar, y usa las taquillas (los lockers). Esto de los lockers es tema aparte en UCLA, pues hay millones por todas partes, y en todos los edificios. ¿Qué sería de los americanos sin los lockers?, los habréis visto en las películas, por supuesto¡¡¡¡ Yo me he resistido a alquilar uno…., pues sentí que me sacaban dólares por todo. 

El otro día sufrí un shock cuando me topé en pelotas en la ducha a mi director de Departamento, que formalmente me lo habían presentado a mi llegada, y con el que había coincidido en varias conferencias. Pero claro, ya se sabe, al final todos somos humanos……y un culo es un culo, y nada más….






Lockers

2 comentarios:

  1. Pues lo mismo deberías mirar para quedarte ahí. Pues no se que va quedar del pais cuando regreses.

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  2. Eso mismo deben estar pensando los Griegos, Italianos, Portugueses, Irlandeses, ...y españoles¡¡¡¡

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