Homo Viator: Mi barrio y el Farm Market

Es curioso que a la mayoría de la gente que le he dicho donde vivo, no conoce mi barrio, incluso la gente de LA. Quizás porque es un barrio tranquilo, que pasa casi inadvertido, entre otras zonas más importantes, como Santa Mónica.

Se llama Mar Vista, y mi calle Grand View Bulevard (número 4040, casa 50). Tan sugerentes nombres me hicieron pensar antes de venir que iba a tener una casa con unas vistas espectaculares al mar, casi como en una colina en la Herradura o Cerro Gordo en Granada, pero nada de eso¡¡¡¡ Al principio no entendía ese nombre, pero al cabo de un mes se me ocurrió explorar más mi calle, y vi que desde otra zona más cara hay vistas al mar, y sobre todo, hay vistas a gran parte de LA, con sus rascacielos y todo. No es el caso de mi casa, que está en la parte llana de Mar Vista, donde incluso algunos carteles te advierten de que hay riesgo de Sunami¡¡¡

Poco a poco lo voy conociendo, me gustan los restaurantes que hay, hay todo tipo de tiendas, aunque al principio cuando llegas, como todo está tan disperso y disimulado, parece que no hay nada, y te deprimes. Una de las cosas por las que más se le conoce al barrio es porque está el supermercado Mitsuwa, un supermercado japonés muy grande que conoce todo el mundo y donde van todos los japoneses de LA. También hay dentro varios restaurantes japoneses donde suelo cenar algunos días. Casualmente, Kanji Ono (quizás no tan casualmente) se vino a vivir aquí cuando llegó en los años 60.

Todos los domingos por la mañana en mi calle, a unos 300 m de mi casa, hay un mercado callejero, que aquí lo llaman Farm Market. “Farm” es granja, o finca en general. Se llama así porque sobretodo son stands con gente del campo que vende sus productos. No obstante, también hay carne y pescado, flores, y muchos puestos de comida internacional, como coreana, mejicana, etc.., para comer allí o para llevarte a tu casa. Suele haber también algún que otro show de aprendizaje de cocina, muy a la americana, donde están sentadas las marujas muy atentas, o de como arreglar calabazas y pintarlas en la época de Halloween. El mercado no es muy grande, solo unos 500 m de largo, no más, pero es entretenido, familiar, e ideal para el domingo. Hay muchos en todo LA (casi cada barrio tiene el suyo, en un día diferente de la semana, como el rastro en los pueblos de España; en mi pueblo el rastro es los lunes), pero este me pilla a mano. También he ido al Farm Market de Santa Mónica y al del barrio de UCLA, Westwood. Yo compro algunas cosas, como “Las Berrys” (fresas, arándanos, moras, frambuesas, etc) y ensalada de algas. De todas formas, no es nada barato¡¡¡¡

El primer día fui con Amber (se le ve en una foto que le eché por sorpresa), que fue a enseñármelo, aunque ya voy solo. Lo bueno es que te dan a probar de todo. Incluso si no pruebas se ofenden¡¡¡ Una “sample”, o muestra, como aquí dicen. Yo tomo muchas samples, y compro poco, pero algo compro. Me inflo de samples¡¡¡ Junto al Farm Market hay varios restaurantes, cafeterías, etc. Yo suelo ir a uno francés, la Petit Creperie, donde hacen unas tortillas fantásticas con un café press delicioso. No conocía la existencia del café press. Quizás compre un aparatito para hacerlo en Granada, y tire mi inútil y voluminosa cafetera eléctrica. Además, el propietario del local, ya me conoce, y me trata muy bien, y es muy guapo. Habla un americano magnífico, casi sin acento francés, pero lo entiendo. Es de París, y dice que el primer día me reconoció como “europeo”….., aunque no habló conmigo nada. No coments….¡¡¡ Miro como europeo? Me muevo como europeo?.....Ya el segundo día sí que me atendió él, y tuvimos una amena conversación, en inglés, por supuesto. Definitivamente es el sitio para mis desayunos “finos” en el barrio. Mis desayunos menos finos, los hago en un sitio de hispanos (siempre ha habido esa diferencia entre la exquisitez francesa y la vulgaridad española¡¡¡ jajajaja; siempre han tenido mucho rollo los francess para sacarte la pasta¡¡¡), que te atienden de maravilla y que es mucho más barato y popular, y que he descubierto hace poco. Probablemente le den viento a la Petit Creperie¡¡¡ Se llama sorpendentemente “café hawaiano”, aunque son todos mejicanos.

Los domingos mucha gente hace la mezcla de desayuno y almuerzo en los bares y restaurantes, en plan tranquilo. Es una costumbre muy americana, con desayunos exageradísimos en plan familiar, que tienen un nombre, pero no me acuerdo.

Justo en la esquina entre mi calle, GranView Blvd y la gigantesca avenida Venize Blvd, hay una peluquería muy interesante y gigantesca. Cuando vine tenía las greñas un poco sueltas, con lo que tras desayunar en la Petit Creperie, decidí entrar y explorarla. Es de techos altos y muy luminosa, integrándote totalmente con el Farm Market. Hay bastantes chicas y chicos cortando el pelo, unos 15 podría haber contado, y todo, como en los States, muy efectivo, rápido y amable. La decoración es así como alternativa joven, con posters de grupos, un Bod Esponja gigante, y con buena música.

Al entrar me asignaron rápidamente una chica, muy típica americana, gordita y amable, que me empezó a preguntar a velocidades de mil palabras por segundo, como quería el pelo, etc. Pero no la entendía, salvo alguna cosa suelta. Es la primera vez que me pelo en inglés, y no se el lenguaje. Pero como la chica era amable, le dije que mi inglés era horrible y tenía que hablarme más despacio, o no la entendería ni un pimiento. Así lo hizo, y claro, ya entendía todo. ¿Te meto la maquina o no? ¿A qué número te sueles cortar? ¿Cuánto hace que no te pelas? ¿Más largo o más corto? ¿Te echo gel? ¿Las patillas bajas o cortas?, etc… Al final, hasta me lavaron la cabeza con masaje incluido, y masaje de hombros y espalda con una maquinita magnífica. Total, que me encantó. Todo por 20 bucks (dólares), lo cual no parece muy caro por estos lugares californianos.

Seguiré explorando mi barrio, y en particular, entraré a una supertienda de masajes y relajación que hay al volver mi esquina, antes de tomar el avión para Madrid… y llegar relajado para Navidad.